La Mater, nombre cariñoso que recibe la virgen en esta advocación, y la hermana Carolina Sandrone, encargada del Movimiento de Schoenstatt para el trabajo con hispanohablantes en Alemania, nos invitan a un día maravilloso, donde cada momento está cargado de pequeños detalles de amor.
A la Mater le encanta reunir a sus hijos, peregrinos de todas las misiones y de todos los rincones de Alemania. Es hermoso ver allí la diversidad de colores: colores de piel, colores de banderas, colores brillantes de las cuentas del Rosario rezado entre hermanos, entonando cantos llenos de alegría. Diversidad pero en Unidad, todos reunidos como hermanos, en torno a la Madre.
La invitación es a caminar, rezar, peregrinar; compartir el pan, tanto en el almuerzo como en la Eucaristía y así llegar hasta el Santuario original, al mismísimo corazón de la Virgen de Schoenstatt en Vallendar, a cobijarnos bajo su también colorido manto.